6000 NAZARENOS COFRADES ARROPAN AL OBISPO JUNTO A LA CRUZ DE CARAVACA

Según fuentes oficiales de la junta organizadora de la Peregrinación de todas las Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de la Diócesis de Cartagena con motivo del Año Santo Jubilar, nos hemos reunido en Caravaca de la Cruz cerca de 6000 Nazarenos de 34 localidades de la Región.
El acto multitudinario comenzó con la renovación del Bautismo a las 09:30 en el Templete, para dar paso a continuación a la Firma del Libro de Peregrinación a cargo de los Presidentes de los Cabildos y Juntas Centrales.
Sobre las 10:00 se inició la Procesión de Peregrinación, donde participaron todas las Hermandades y Cofradías con sus Estandartes y algunas de ellas con Bandas de Música.
La Procesión la cerraba un precioso paso, el de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Caravaca.
Campaneando las 12:00 dio comienzo la Santa Eucaristía presidida por el Excmo. Y Rvdmo. Sr. Don José Manuel Lorca Planes, Obispo de la Diócesis, concelebrada con el Vicario General Don Juan Tudela y el Delegado Episcopal para las Cofradías y Hermandades Don Silvestre del Amor, acompañados ellos por numerosos sacerdotes y capellanes.
El Altar mayor estuvo presidido por el Lignum Crucis y a su izquierda la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, presente en todos los actos de peregrinación.
Los actos concluyeron con una comida de hermandad.
Nuestra Cofradía aportó su grano de arena con una pequeña representación, la cual tuvo momentos de gozo: al ver a Don Juan Tudela sentado a la derecha de nuestro Obispo, al observar como una Paloma blanca sobrevolaba la Basilica en dos momentos cumbres de la Celebración (en la Consagración y cuando el Obispo ha presentado el Lignum Crucis a todos los presentes) y ante todo el momento de entrar a la Basílica para la Adoración del Lignum Crucis.
Hay que destacar en la homilía del Señor Obispo el reconocimiento por el trabajo y esfuerzo realizado por las Hermandades y Cofradías y nos pedía obediencia, no sumisión, para que Iglesia y Cofradías sean un matrimonio capaz de trabajar juntos en una sola dirección, e intentar que la Semana Santa no se convierta en un espectáculo y sea una verdadera doctrina en la calle.

DIOS BENDIJO A NUESTROS HERMANOS EN LA FE CON EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

El pasado sábado 16 de octubre tuvo lugar en la Iglesia de Nuestra de Señora de la Asunción de Cieza un gran evento presidido por Don Miguel Ángel Gil López:

ENLACE MATRIMONIAL DE FRANCISCO JESUS Y ENCARNA

Cuando nuestros Hermanos en la Fé, Francis y Encarna, nos comunicaron que se unían en matrimonio, nos llenó de gozo a todos los que formamos parte de esta pequeña cofradía.
La ceremonia fue sencilla pero a la vez cargada de mucho sentimiento, llena de pequeños detalles pero muy significativos, algunos de ellos de gran carga sentimental y un hondo calar en el corazón de nuestro Hermano: la Casulla que vestía el sacerdote, el Cáliz en el que se consagró el vino, el Purificador, la lectura del Paje,…
Al final de la ceremonia recibieron el mayor regalo que uno puede esperar en una ocasión única como esta: la Bendición Papal de su Enlace.
Fue un día cargado de sentimientos contradictorios, sublime alegría e inmensa tristeza se fundieron en unos segundos, las familias Moreno-Abenza y Penalva-Buitrago no podrían disimular el gran entusiasmo por la decisión de sus hijos y a la vez la melancolía por el hueco vacío que iban a dejar en su hogar.

Desde la Cofradía os deseamos la más sincera de nuestras felicitaciones.
Que sigáis los caminos que el Señor os ha encomendado.

“Padre hoy quiero cantarte como tu mereces,
como se cantan las cosas que uno mas quiere.
Padre yo siempre he soñado con darte algo bueno,
una estrella, un ángel, un beso.
Pero siempre he olvidado, decir que te quiero.

Te quiero Padre como un niño a su madre,
como el pan al vino,
como la flor al aire.
Y me gusta llamarte por tu nombre,
y decirte al oído Padre, Padre, Padre.

Eres tú el que me ama como nadie.
El que me da su vida,
el que me da su sangre.
Que más puedo pedirte Padre mío,
solamente una cosa,
quédate siempre conmigo, mi cielo,
quédate siempre conmigo.

Te quiero Padre como un niño a su madre,
como el pan al vino,
como la flor al aire.
Y me gusta llamarte por tu nombre,
y decirte al oído Padre, Padre, Padre.”